martes, 18 de febrero de 2014

Día 29. Portomarín-Palas de Rei

Bueno otra etapa más en la mochila, y hoy el tiempo por fin nos dió un respiro en esta Galicia donde  lleva más de 60 días sin parar de "chover", hoy nos lució todo el camino un sol estupendo y hasta andaluz por momentos. Ahora a estas horas el frío es el dueño de las húmedas calles.
Ha sido la de hoy una etapa larga (25 km), pesada en momentos y algo durilla, pero compensada por la belleza de todos aquellos rincones por los que anduvimos y que hoy lucían radiantes con la presencia del sol.
Así que hoy me permito abusar de las bellas instantáneas que el día nos brindó.
Pues en esta tierra tan carente de algunas cosas, no es de belleza de lo que pueda sentirse privada,(y doy fe de ello), siendo un privilegio este de poder estar aqui.
Incluso te da la oportunidad de poder acerte unas fotos con las famosas "rubias gallegas", que por cierto están buenísimas, poco hechas y a la parrilla.
Pues es esta que pasta en estos verdes prados, una carne de ternera exquisita.
Parada para desayuno, el de hoy tan light, que ni foto hicimos.
Y seguimos nuestro camino y tras Ligonde, llegamos a un pequeño núcleo rural, pero con una gran historia en una de sus casas, no en vano allí se alojaron dos Emperadores españoles, Novelúa es el poblado, y en la casa do "Carneiro" estuvieron alojados Carlos V y Felipe II. Mucha carga histórica en tan pequeña Villa.
Avanzamos ya en nuestra etapa y enfilamos los últimos kilómetros, que nos traerán a Palas, no sin antes permitirnos disfrutar de más bellos paisajes y algunas divertidas fotos de grupo.
Y llegamos a Palas de Rei, donde la verdad sea dicha, hay muy poquito que ver, así que una vez realizado el aseo personal de cada día, nos fuimos a comer, que como siempre "lo tenemos más que merecido".
Y ya las tortillas van siendo cada vez más exquisitas y jugosas. Cosa esta que agradecemos.
Y ahora comentaros la curiosidad del día, en este caso del día de ayer, donde conocimos a una familia de australianos que están haciendo el Camino, tienen tres hijos pequeños que también lo estan haciendo, por eso su ritmo es menor. Y como curiosidad, os cuento, se dedican a criar y exportar bogavantes y productos de este. Esto me sorprendió mucho y pude hablar en mi corto inglés con Bob, que así se llama este australiano, de su negocio y sus peculiaridades mientras cenábamos en el albergue, una cena que preparamos allí nosotros.
          Aquí con Bob y con "Paco"
Bueno y hasta aquí todo, os dejo ,eso sí ,una nota divertida, sobre mi particular visión del tiempo, de galicia y de su peculiar y respetado acento, en este enlace.

Y como cada día muchos bexos a tod@s

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