Durisima y larga etapa la de hoy. Recompensada por los maravillosos paisajes y por la motivación especial que daba el pasar por Melide.
En el día de hoy hago la etapa completamente en delantera con Toni, avanzamos entre hórreos y pequeñas aldeas, y disfrutamos del amanecer que hoy nos regala esta tierra gallega.
Avanzamos hasta nuestra única parada y lugar especial pasa desayunar, Melide.
Llegamos a nuestro punto de abastecimiento, la pulpería "Ezequiel", donde damos cuenta de unos riquísimos pulpos y un Ribeiro, antes de reemprender el camino, previa explicación de su elaboración y corte , a la que amablemente se presta Jorge.
Después de este gran desayuno, nada mejor que rematar con un café y unos pasteles típicos de Melide, los "melindres", muy ricos, así como sus mantecadas y hojaldres rellenos de crema que estaban exquisitos. Alberto que es la persona que nos atendió en la pastelería Estilo, nos sorprendió con un facsímil hecho a mano por un japonés en 1988, y que allí tienen.
La particularidad este libró reside en que está escrito todo a plumillas y cada página representa un pequeño trozo del Camino Francés, desde Roncesvalles, pero todo ello de forma concisa y muy detallada, sencillamente, una obra de arte.
Últimos kilómetros que se nos hacen, hoy eternos y tras unas grandes subidas y bajadas, rompe piernas, por fin llegamos a la por momentos inalcanzable Arzua.
En fin etapa muy muy dura, y es que no se puede "jartá" uno de pulpo a las 10 de la mañana.
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